Descripción
Aislar sin obras con celulosa
Aislar con celulosa insuflada es una solución eficiente, económica y rápida. También es una forma sencilla y segura, que no requiere obra. Es muy apropiado en los casos en los que tenemos una cámara de aire vacía, un falso techo, trasdosados, un bajo cubierta sin uso…etc. Rellenando con celulosa estos «huecos» conseguimos mejorar considerablemente la eficiencia energética y acústica en nuestros hogares.
¿Qué es la celulosa?
El material aislante empleado es celulosa procedente de papel de periódico reciclado. A esta celulosa se le añaden sales bóricas para conferir propiedades ignífugas, antifúngicas y prevenir el ataque de roedores y otros atacantes.
Es un material ecológico, reciclado y reciclable. No contiene tóxicos ya que las sales bóricas estabilizadas son inocuas para nuestra salud.
La celulosa además de ser ecológica, transpira y es higroscópica, ayudando a regular la humedad ambiente. Aislando de este modo podemos eliminar problemas en puentes térmicos, evitando la condensación y los consiguientes hongos y manchas que proliferan en estos casos y son perjudiciales para la salud.
¿Sin obras?
El proceso de aislar con celulosa insuflada es muy sencillo, tras la visita de César (nuestro profesional especializado) a la vivienda para evaluar si se puede aislar de este modo, se elabora un presupuesto gratuito y sin compromiso.
Si te convence el presupuesto, una vez aceptado y concertada la cita para los trabajos, se llevan las máquinas y mangueras de insuflado a la casa. Se hacen unos taladros en las paredes (o donde corresponda) para poder introducir las mangueras y proceder al insuflado. Una vez se haya rellenado todo, se tapan los taladros.
Es muy rápido, aunque depende del tamaño, en unas horas suele estar el trabajo terminado. También es un proceso limpio con el que apenas se ensucia nada.
¿Cómo funciona?
La celulosa es un buen material aislante tanto térmico como acústico. La gran ventaja que tiene el insuflado es que se consiguen rellenar todos los huecos de forma continua con el máximo espesor de aislamiento posible.
La celulosa que se insufla en los huecos se va depositando a presión hasta que ya no cabe más, y de forma continua, rellenando todos los huecos, sin importar que haya irregularidades y sin juntas. Esto permite un aislamiento sin puentes térmicos.
Siempre sorprende y convence la prueba acústica que hace César, simplemente con llevar un llavero que emite un sonido ensordecedor y una caja de cartón llena de celulosa se puede comprobar la atenuación del ruido al instante…os dejamos unos vídeos caseros para que os hagáis una idea.
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